¿Atento está en crisis?
Las causas reales
Este ERE es un montaje realizado por la troika que maneja los destinos de
la empresa de telemarketing Atento. Llamamos troika al grupo de decisión
formado por la dirección actual de Atento, el fondo de inversión buitre
“Bain capital” (los dueños de Atento) y la multinacional Telefónica (antigua
dueña de la empresa y principal proveedor de servicios de la compañía).
Esta troika diseño un plan para aumentar salvajemente la productividad de
los trabajadores y las ganancias de todas las partes con un único afectado: los
trabajadores. Su plan consistía, básicamente, en realizar centenares de
despidos en los servicios de Telefónica sin disminuir la carga de trabajo lo
que permitiría multiplicar sus beneficios en un corto espacio de tiempo.
Para llevar a cabo este plan malévolo la troika contrató los servicios del
bufete de abogados “Garrigues”, fundado por Antonio Garrigues, militante de
Falange Española Tradicionalista y de las JONS y alto funcionario del régimen
franquista. Vamos, lo mejor de cada casa. Con estos mimbres, el cesto que
hicieron estaba lleno de despidos aderezados de avaricia y mezquindad.
En CGT entendemos que a ninguna organización que exista para defender los
derechos de los trabajadores le gustan los despidos colectivos. Son una
herramienta perversa en poder de las empresas para prescindir de trabajadores
de manera barata, en un proceso rápido y bastante desagradable. La ley, (la reforma
laboral de 2012, es decir, una ley hecha de la mano de la patronal) exige
que, para poder despedir a estos trabajadores, la empresa “demuestre” que
existen unas causas que justifiquen la necesidad de acometer los despidos.
El día que presentó este ERE en Atento la troika alegó, por boca de
Garrigues, causas económicas, organizativas y productivas. Sin embargo, desde
CGT entendemos que los 30 días de negociación que marca la ley han servido para
demostrar todo lo contrario.
En cuanto a la causa económica manipulada, se ha demostrado que la empresa
tiene beneficios, es decir, que mes a mes gana dinero con su actividad
habitual. Se ha demostrado también que no existe ninguna causa productiva, ya
que la facturación del principal cliente de Atento (Telefónica) está
garantizada hasta el año 2021 y además la empresa, paralelamente, está
consiguiendo más servicios y está contratando nuevos trabajadores en los
servicios de Telefónica. También crece en otras campañas de otros
clientes que ha obtenido en los últimos meses (administraciones públicas,
compañías de seguros, etc.). No se ha alegado la pérdida de ni una sola campaña
ni servicio en el último año. En cuanto a la tercera causa alegada, la
organizativa, no ha alegado la dirección de Atento modificación alguna en los
sistemas y métodos de trabajo de la plantilla, que seguirán siendo los mismos
con carácter previo y posterior a este ERE, con lo que tampoco existe, en
absoluto, causa organizativa, ni alegada ni acreditada.
El intento de alegar causas inexistentes ha quedado desmontado al ofrecer
la empresa la indemnización marcada para el despido improcedente, pero claro,
para CGT y para los trabajadores de Atento la cuestión no era despedir más
barato o más caro, sino no validar este fraude de ninguna manera.
La estafa
Una de las mayores barbaridades de este ERE es que se ha aceptado por los
firmantes del acuerdo que existen unos “criterios selección” de los despedidos
que permiten que se den circunstancias de discriminación. Algo absolutamente
ilegal y que en CGT sólo podemos calificar como estafa.
Los criterios elegidos son todos subjetivos, manipulables y no constatables
por los representantes de los trabajadores. Se escogen como criterios la
productividad (que no esta medida por ningún parámetro objetivo) o cuestiones
tan absurdas como la valoración del cliente tras el trabajo del teleoperador
(las típicas encuestas de satisfacción a la que te transfieren los
teleoperadores cuando termina la llamada). Pero quizás el criterio objetivo que
más ha indignado es el absentismo. Aquí se establece que es causa justificada
de selección de los despedidos la ausencia temporal del trabajo por motivo de
enfermedad de larga duración por lo que los enfermos crónicos han salido muy
perjudicados, atentando contra el básico derecho a la salud y a la integridad.
Además, como los criterios elegidos son subjetivos y absolutamente
manipulables, se ha dado vía libre a la troika para incluir en el ERE a
multitud de trabajadores por estar afiliados a sindicatos, por sus ideas
políticas, por tener reducción de jornada, por estar embarazada o, para más
inri, como hemos dicho ya, por estar enfermos. Los criterios han sido usados
por Atento para soltar lastre discriminando a los trabajadores.
Esto es fácilmente demostrable, ya que en multitud de servicios hay
trabajadores, no incluidos en el ERE, que cumplen las mismas funciones y puesto
que los despedidos y donde no existe ningún motivo objetivo para que el
despedido lo haya sido y el trabajador que permanece no, siendo por tanto el
único Leitmotiv del despido quitarse de encima a ese trabajador que,
casualmente, es afiliado a algún sindicato, está embarazada…
Como contrapartida para aceptar estos 403 despidos forzosos, la empresa
aceptará la presencia de voluntarios, a los que también elegirá a dedo (los
voluntarios también son discriminados), y que se sumarán a la cifra inicial
hasta alcanzar la vergonzosa cantidad de 672 despidos por este ERE.
El papel de UGT y CCOO
A estas alturas no debería sorprender a nadie el papel de las organizaciones
sindicales mayoritarias. En el sector del Telemarketing, estos sindicatos se
han convertido en los “chicos de los recados” de las empresas. En Atento su
papel ha sido nefasto, desde el primer día hasta el último. CGT detectó con
rapidez que las reuniones de este ERE eran puro teatro. No tenía ningún sentido
que los dos sindicatos con mayor representación en Atento no se preparasen las
reuniones, y que la duración efectiva de las reuniones nunca fuera superior a
las 2 horas.
Rápidamente nos enteramos de que estaban teniendo reuniones paralelas entre
las cúpulas de las federaciones sindicales y con el bufete Garrigues, el
representante de la troika. En las reuniones, por arte de birlibirloque, la
empresa iba variando ligeramente su postura, hasta llegar al punto que habían
pactado previamente.
La lucha sí sirve
Los trabajadores y trabajadoras de atento han dado una enorme lección a lo
largo de este mes. Han secundado varios paros en los centros de trabajo y,
masivamente, han hecho un seguimiento de las convocatorias de huelga de 24
horas realizadas. La estafa que supone este ERE ha sido asimilada por gran
parte de la plantilla, que además ha participado en manifestaciones y
concentraciones por todo el Estado que se han realizado contra estos despidos.
Sin duda, han sido los trabajadores los que han presionado a la burocracia
sindical, que, a pesar tener cerrado un acuerdo con la troika desde hace
semanas, intentó lavarse la cara el último día con una burda jugarreta, el
referéndum trampa, con el argumento de que “en un referéndum, los trabajadores
decidían”. Vamos, un falaz razonamiento que les ha servido para validar aquello
que tenían cerrado semanas atrás.
El referéndum Trampa
El trío lalalá (UGT y CCOO más la alianza de FASGA - la quintaesencia del
sindicalismo amarillo -), pactó con la empresa el 31 de julio un referéndum.
El mismo consistía en que los trabajadores a los que el martes 5 de agosto
les comuniquen su despido decidan el miércoles 6 si quieren una indemnización
de 20 días o de 45 días. Nadie les habló a los trabajadores de las causas, ni
de la estafa que suponían los criterios de selección, ni la mala fe de la
empresa durante todo el periodo de consultas. Sólo les hablaron de dinero,
aconsejándoles coger el dinero y correr, con esa frase que siempre repite esta
gentuza en estos procesos: “más vale un mal acuerdo que un buen pleito”. Eso de
luchar por defender todos los puestos de trabajo se les olvidó.
En este referéndum trampa, además, se incluye en el censo de los afectados
a los voluntarios, por lo que el pucherazo está asegurado. Tras esta
“democrática” votación, en la que no se ha permitido la entrada ni la
supervisión de los sindicatos contrarios al ERE, el trió lalala validará las
causas del ERE.
El resultado de este pucherazo es lo de menos, 445 sí y 93 no es, es lo de
menos porque cuando se hacen trampas, y se descubre a los tramposos, la partida
no vale. CGT no reconoce este resultado amañado y ha decidido acudir a
los tribunales para defender que todo este ERE esta viciado desde principio a
fin y que es nulo de pleno derecho.
Hacemos aquí mención especial a los 93 trabajadores y trabajadoras de atento que han ido a votar y que han defendido que no querían esta mierda de estafa.
Como dato curioso el único centro donde gano el NO, que fue coruña, fue el
único centro donde permitieron la entrada a todos los sindicatos del comité de
empresa. En otros centros, la presencia de sindicatos que no fueran UGT o CCOO
estaba prohibida y el acceso se lo impedian vigilantes de seguridad contratados
hoy por Atento.
De la empresa, es normal esperarse cualquier cosa, porque es quien ha
decidido llevar adelante estos despidos, pero esta actitud que hemos
visto a lo largo de todo este proceso por UGT y CCOO solo se entiende cuando
vamos conociendo las altas dosis de corrupción y degeneración a las que han
llegado estas organizaciones, que sin duda forman una casta sindical. Estos
sindicatos se han convertido en un elemento más del sistema, que quiere
acuerdos entre empresarios y sindicatos que le garanticen la mal llamada “paz
social”.
¿Cuál es la solución? La organización y la
movilización
Con la ratificación del acuerdo entre los sindicatos mencionado y Atento se
ha producido la venta de centenares de puestos de trabajo. Como ya hemos dicho
CGT luchará judicialmente contra estos despidos colectivamente, pero no se le
escapa que con un acuerdo de los sindicatos mayoritarios, es mucho más difícil
convencer a la Sala de lo Social de la Audiencia Nacional, que es el tribunal
donde se juzgará en los próximos meses la procedencia de estos despidos. Esta
sala además sentenciará con una ley hecha a medida de los empresarios.
No
obstante, tras el recorrido colectivo de la demanda por este fraude, y si no se
consigue la nulidad de todo este proceso, quedará también el camino de las
demandas individuales que se tendrán que resolver por los juzgados de lo social
de las provincias donde se están produciendo estos despidos.
Para CGT la lucha es el único camino. Los trabajadores despedidos pueden
autorganizarse y luchar constantemente contra estos despidos. No podemos poner
nuestra confianza solo en los jueces, que no viven ajenos a las presiones del
establishment que tiene el poder en este país. La lucha y la movilización de
los trabajadores son el contrapeso imprescindible que tiene que oponer la clase
obrera. Dicho de otra manera, la lucha no ha terminado ahora, solo acaba de
comenzar.